La Otorrinolaringología Pediátrica es una parte de la especialidad dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la nariz, garganta y oídos en los niños.
Las enfermedades más frecuentes en la edad infantil son las otitis medias, las rinofaringitis, la patología de las amígdalas, y las vegetaciones. Estas enfermedades no sólo repercuten en el desarrollo y crecimiento del niño sino que también pueden dejar secuelas a lo largo de toda la vida como ser, hipoacusias, otitis crónicas, o alteraciones del macizo facial. De lo que se desprende, que su prevención y tratamiento precoz es de gran importancia para nosotros.
Las amígdalas son dos estructuras linfáticas a ambos lados de la garganta que intervienen en la defensa contra las infecciones en la etapa infantil. En los niños las mismas pueden dar dos tipos de problemas:
- Infecciosos: conocida como amigdalitis produce dolor, fiebre y ganglios cervicales. En algunas ocasiones se infectan crónicamente, lo que se conoce como amigdalitis crónica
El tratamiento de la infecciones de estos órganos consiste en la administración de fármacos analgésicos, antiinflamatorios y a menudo antibióticos.
- Obstructivos: Cuando aumentan de tamaño (hipertrofia amigdalina) pueden generar ronquidos, apneas, así como alteraciones en el desarrollo del paladar y colocación de los dientes.
Si la repercusión obstructiva y/o infecciosa, es muy importante sobre la calidad de vida del niño, se puede realizar la amigdalectomía, es decir, la cirugía de extracción de las amígdalas
Las vegetaciones adenoideas son unas estructuras similares a las amígdalas pero que se localizan detrás de las fosas nasales. Su infección produce mucosidad nasal persistente y si aumentan de tamaño dan lugar a obstrucción nasal, ronquidos, voz nasal, otitis de repetición y problemas auditivos.
En algunas ocasiones es necesario un tratamiento quirúrgico denominado adenoidectomía, es decir la extracción de las vegetaciones.
La Otitis Media Aguda es una infección del oído medio que se produce generalmente a raíz de un cuadro respiratorio y es especialmente frecuente en niños hasta la edad de los 5 años. En estas infecciones se produce a veces la supuración del oído a través de una perforación del tímpano que se suele cerrar espontáneamente.
El tratamiento es en base a antiinflamatorios y un antibiótico del tipo de la amoxicilina que se debe indicar por 10 días, cada 8 horas.
No se trata de una infección, sino de inflamación en el oído medio, con la acumulación de líquido en ese sector del oído. La causa es la inmadurez de la trompa de Eustaquio, que a veces puede acompañarse de vegetaciones adenoideas.
Son especialmente relevantes en los niños, ya que pueden pasar desapercibidas y ser responsables de una pérdida auditiva y otitis medias agudas de repetición.
Cuando se mantiene el líquido en el tiempo, puede ser necesario una pequeña cirugía, que consiste en la colocación de un tubo transtimpánico.
